Inspiración del pasado, ciencia del futuro
JEANNE BARET
Jeanne Baret nació el 27 de Julio de 1740 en una pequeña villa de La Comelle en Saône et Loire donde trabajaba en la granja familiar. En 1762 su padre muere dejándola huérfana y reducida a la miseria. Es entonces cuando empieza a trabajar como institutriz del hijo de un notable naturalista francés de la época, el viudo Doctor Philibert Commerson, de quién se llega a enamorar profundamente.
Commerson, fascinado por la inteligencia y lucidez de Jeanne, comienza a enseñarle la ciencia botánica, llegando incluso a confiarle la preparación de los herbarios. Y es a partir de este momento, cuando ella se apasiona por esta nueva disciplina tan a la moda en aquella época.
Amor Incondicional
En 1764, Commerson es nombrado médico y botánico del Rey de Francia, Louis XVI, y es elegido para acompañar a Louis Antoine de Bougainville, explorador y navegante galo de la marina, en una expedición científica que zarparía el 1 de febrero de 1767, del puerto de Rochefort y daría la vuelta al mundo.
Una orden real datada de 1689 prohibía la presencia de toda mujer a bordo de los buques de su majestad, pero era tanto el amor que sentían Jean Baret y Commerson, que ella decide travestirse de hombre para acompañarlo como su ayudante “Jean”.
Vocación Científica
Durante los tres años que duró la expedición alrededor del mundo, Commerson y Baret recogieron numerosas muestras de especies vegetales. Ella, con valentía y dedicación, acompañaba a su amado a las excursiones donde organizaba y catalogaba los especímenes recolectados, seleccionando y anotando con precisión cada muestra.
Tiempo después, debido a la débil salud de Commerson, es Jeanne quien, siguiendo los pasos de su maestro, se encarga de recorrer las grandes distancias requeridas para recolectar especímenes. Incluso, en un acto de gran valentía, atraviesa las heladas montañas del Estrecho de Magallanes para cumplir con su cometido.
La Heroína
Finalmente, las sospechas de la tripulación en cuanto a que Jeanne Baret fuera realmente una mujer, se confirmaron al llegar a Taití, los nativos de la zona descubrieron el engaño. Tras ser citada por el capitán Bouganville, ella lo confiesa todo y él escribe en sus notas:
"Ella admitió entre lágrimas que había engañado a su maestro presentándose ante él bajo la ropa de un hombre en el puerto de Rochefort en el momento de su embarque. Ella sabía que embarcando, daría la vuelta al mundo, y ese viaje había picado su curiosidad. Ella es la única de su sexo y admiro su resolución, especialmente, porque siempre ha actuado con la sabiduría más escrupulosa”
El 8 de noviembre de 1768, con el fin de evitar una condena por parte del reino de Francia, que podía llegar a ser la pena muerte, Bouganville mostró una gran indulgencia hacia la pareja dejándoles desembarcar en Isla Mauricio. Poco después, Commerson y Baret se casarían y continuarían sus investigaciones con la vegetación de la zona hasta que, varios años después, arruinado y enfermo, Commerson fallece el 13 de marzo de 1773 a la edad de 45 años.
Sola y sin recursos, Jeanne no tiene otra opción que trabajar en una posada para poder sobrevivir, conservando celosamente todo el trabajo realizado por ambos durante todo ese tiempo. Después de un tiempo, Jeanne conoce a un oficial de la marina francesa, Jean Dubernat, con quien acabaría casándose. Gracias a este enlace, en 1776, la pareja entra en Francia, poniendo fin a una aventura increíble que convertiría a Jeanne Baret en la primera mujer de la historia que ha dado la vuelta al mundo.
Reconocimiento
A su vuelta, entrega escrupulosamente todos los trabajos de Commerson al Jardín del Rey, actualmente Museo Nacional de la Historia Natural. Más de 30 cajas selladas que contenían 5.000 especies de plantas recolectadas durante su viaje alrededor del mundo, de las cuales 3.000 no eran conocidas aún en la botánica.
El 13 de noviembre de 1785, el rey Louis XVI reconoce sus méritos y su trabajo de asistencia a Commerson. Además, la felicita por su conducta heroica y la califica de "mujer extraordinaria", rindiéndole homenaje y otorgándole una pensión vitalicia por haber guardado sus trabajos "con el mayor de los corajes".
Legado
Jeanne Baret falleció el 5 de agosto de 1807, a la edad de 67 años. Arriesgó su vida por amor, tanto a su compañero de viaje como a la botánica, y pese a las dificultades, guardó un material de gran valor para la ciencia.
Durante muchos años, la hazaña de Jeanne Baret y su contribución a la ciencia botánica no fue reconocida como se merecía, hasta que un investigador contemporáneo le rindió homenaje, bautizando con el apellido de la pionera a uno de sus descubrimientos más recientes, la flor “Solanum Baretiae”, en la cual se ha inspirado el logo de nuestra marca.